El petróleo, el oro y el agua tienen algo en común: cotizan en la bolsa estadounidense de Wall Street. En Mali, al oeste de África, los dos primeros recursos se pueden llegar a encontrar si se remueve la tierra en el lugar adecuado, pero el que tiene más valor para parte de la población es el último, que escasea durante largas temporadas en ciertas zonas de este país al que atraviesa el SahelEs una zona geográfica y climática que recorre de este a oeste África y que separa el desierto del Sáhara, al norte, con las sabanas del sur. Algunos de los países más pobres del planeta se encuentran en el Sahel, donde las condiciones ambientales son muy extremas.. Una de las consecuencias más directas de la falta de este bien de primera necesidad es que no se pueden regar los cultivos y, si no crecen, la pobreza prospera.
Movimiento Extremeño por la Paz conoce el valor del agua en Malí. Esta organización ha recibido durante los últimos cinco años casi 1,3 millones de financiación de la Junta de Extremadura para dar continuidad a sus proyectos en el país, que buscan contribuir a mejorar las condiciones de vida en un país en el que las mujeres tienen un rol limitado en la sociedad y donde, a la falta del agua, se unen el acceso precario a sanidad, educación e infraestructuras.
La entidad abordó todos estos problemas a través de uno de su proyectos: Gota a gota para la resilencia, que en 2018 tuvo su segunda edición y que se desarrolló en las localidades de Gouanan, Gouandiaka, Karan y Yanfolila, al sur de Mali.
Estos enclaves, destaca, son “prioritarios para la Cooperación Internacional”, y desde el proyecto se trabajó en ellos dentro de las esferas de seguridad alimentaria y promoción del género. Para que lograr mejoras, es de gran importancia “incorporar técnicas de cultivos no usuales en la zona, como el riego por goteo, que optimizan el agua y permiten ampliar y mejorar los cultivos en periodos de escasez”.
2.425 mujeres fueron beneficiarias directas del proyecto
La entidad estima que Gota a gota para la resilencia, que empezó en 2018 y finalizó en 2020, afectó a 4.212 de forma indirecta y a 2.462 personas de directa. Este último grupo estuvo formado casi en su totalidad por mujeres que viven en zonas rurales con altos índices de analfabetismo y que, por tanto, carecían de formación y concienciación para mejorar su situación personal y las de sus familias.
Las beneficiarias del proyecto se enfrentan a la falta de recursos agrícolas y de una infraestructura hídrica adecuada para riegos y consumo. Además, la organización apunta que, en las zonas donde actúa, apenas hay actividades con las que estas mujeres puedan generar ingresos.
Lavado de oro
Es común que en las zonas de Mali en las que está presente Movimiento Extremeño por la Paz se trabaje en el lavado de oro. Su práctica, como apunta la organización, “destruye el medio ambiente y tiene consecuencias para la salud”. Sin embargo, es la actividad a la que se dedica gran parte de la población local, en especial las mujeres.
Esto sucede por la ausencia de otras actividades para obtener ingresos y de la falta de sensibilización sobre las consecuencias de este trabajo, señala la entidad, que para cambiar esta situación centró sus esfuerzos en aumentar la capacidad de producción agrícola, que es una de las claves para fortalecer el papel social de las mujeres de la zona porque mejora su capacidad de obtener ingresos.
Además, la organización facilita la existencia de infraestructuras de formación a las que puedan acudir estas mujeres y trabaja para fortalecer sus capacidades y sensibilizaciones, con una atención especial al cuidado del medio ambiente.
Kadiatou Touré es una de las beneficiarias del proyecto y vive en el pueblo de Faboula. Según explica, ella y las demás mujeres del lugar tenían muchas dificultadas, pero el proyecto Gota a gota para la resilencia les ha “facilitado la vida. Nos han construido un perímetro agrícola, han impartido clases, nos han construido un centro y estamos muy agradecidas por ello”.
Touré recibió formación sobre diversas prácticas, entre las que se incluye el riego por goteo, para obtener más ingresos a través de actividades sostenibles. También asisitió al taller de concienciación contra la ablación, “donde entendimos que su uso es perjudicial y nos detuvimos”.
Esta mujer de 55 años quiere seguir trabajando en todo lo que ha aprendido a través del proyecto. Para el futuro, le gustaría recibir formación en nuevas cuestiones, en especial la que considera que les beneficiarían más a ella y a las demás mujeres, como la relacionada con el desarrollo de los niños, el teñido de ropa y la saponificaciónEn resumen, es un proceso para obtener jabones a través de grasas vegetales o animales..
Confianza local
Con la experiencia de varios años trabajando en la zona, Movimiento Extremeño por la Paz ha creado un clima de confianza con autoridades locales, población y titulares de derechos, además de colectivos de beneficiarias y asociaciones y cooperativas de mujeres.
Esta red colectiva permitió a la organización contar con un diagnostico actual y preciso y que facilitó el desarrollo del proyecto Gota a gota para la resilencia en Mali, un país donde cuenta con un equipo humano de “una amplia experiencia de trabajo, adquirida en intervenciones encaminadas a combatir la inseguridad alimentaria, en iniciativas de nutrición, apoyo a la infancia y a la mujer, a la producción, el acceso al agua potable y el empoderamiento de la mujer”.
Como señala la entidad, el trabajo de este equipo no ha terminado: “Se deben proseguir los esfuerzos en esta zona para apoyar y consolidar los logros del presente proyecto mediante la ejecución de otros que satisfagan mejor las necesidades de las poblaciones”.
Por ello, la organización pide que en España se fortalezca la Educación para la Ciudadanía y la sensibilización de la población sobre la situación en África y en Mali. También desea de que se cumplan con los compromisos internacionales, los ODSObjetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En esta web podrás ver cuánta Ayuda Oficial al Desarrollo destinó la Junta de Extremadura a proyectos que buscan cumplirlos. y que la aportación a la Ayuda Oficial al Desarrollo alcance el 0,7% de los presupuestos de los gobiernos estatales, autonómicos y locales.
En base al contexto actual, Movimiento Extremeño por la Paz espera que no se utilicen las crisis como la del Covid 19 “como coartada para realizar recortes en cooperación, como sucede en diferentes autonomías y/o con muchos financiadores”. Por ello, anima a la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo a que continúe “su apuesta por la cooperación descentralizada y por mantener la colaboración y la confianza existente entre esta agencia y las ONGD: un modelo a seguir para gran parte de las comunidades autónomas”, sostiene.